Introducción
Buenas, para empezar me gustaría presentarme. Mi nombre es Miriam y actualmente estoy haciendo un voluntariado a través del Cuerpo Europeo de Solidaridad (CES) en Genk, Bélgica.
Mi experiencia en Bélgica empezó el 7 de febrero de 2022. Al llegar a la ciudad de destino, mi mentora me recogió en la estación y me llevó a lo que hoy día es mi casa. Después dedicamos el día a que yo me adaptara a la nueva situación. Como anécdota, el que podemos describir como mi “jefe” organizó una barbacoa de presentación con los miembros del proyecto para el que estoy trabajando. Fue divertido y también una buena oportunidad para romper el hielo.


Inicio del proyecto
Durante la primera semana me dejaron tiempo para que pudiera acomodarme en mi casa, pero a la vez también me iban presentando a gente de la organización, lo que me era muy útil para tener cosas que hacer fuera de casa y ver otras partes de la ciudad.
A partir de la segunda semana, empecé a trabajar. Para que os hagáis una idea, se trata de un proyecto de fotografía. Aunque el motivo que los une es el interés por esta, el objetivo de este proyecto es que se convierta en un espacio seguro en el que se puedan relacionar con otras personas y expresarse tal y como son.
La vida día a día
A partir de aquí he ido creando mis propias rutinas. También he tenido la oportunidad de desarrollar una vida social con cierta facilidad, gracias a las otras voluntarias que viven conmigo y a la gente del proyecto que tiene edades parecidas a la mía. Esto ha sido muy importante para no consumir mi tiempo sola en mi casa y para conocer la cultura de este país, así como mejorar mi inglés. Con estas oportunidades ya he podido visitar diferentes ciudades y conocer a gente de muchos sitios.
Una de las cosas a las que más me está costando acostumbrarme es a los horarios de las comidas. Aquí suelen comer algo ligero sobre las doce de la mañana y cenan sobre las seis de la tarde cuando llegan del trabajo. Como me comentaron en el on-arrival training, suelen hacer “dos comidas frías y una caliente”. Yo, por ahora, he estado haciendo un mix de ambos horarios, el belga y el español, adaptándome a ellos dependiendo de lo que fuera a hacer ese día.



Impresiones
Por lo que respecta a mi día a día actualmente, me levanto por las mañanas y hago las tareas que tenga pendientes. Algunos días también salimos a tomar un café con amigas a la plaza que tenemos cerca de casa, ya que, si hay, nos toca un poco el sol. Luego hay días en los que trabajo por la tarde y acabo tarde. Aun así, después del trabajo normalmente también hacemos alguna cosa. Solemos jugar a juegos de mesa, ir a tomar algo a algún bar o ver una película.
Por último, decir que después de llevar algo más de un mes aquí, creo que ya he creado muy buenos vínculos con la gente, y que por suerte o por desgracia, he podido comprobar, al romperse el pie una de mis amigas aquí, que nos tenemos los unos a los otros si hace falta, empiezo a sentir que de alguna manera tenemos una pequeña familia. En resumen, estoy muy contenta y feliz con mi experiencia aquí.