La semana pasada tuvimos la suerte de participar en un proyecto llevado a cabo en Cerquosino, una preciosa casa que se encuentra en Orvieto, Italia. Durante ese tiempo, pudimos convivir con personas de Italia, Grecia y Palestina. Hay que resaltar la importancia de la presencia de estos últimos ya que, como ellos mismos nos explicaron, es muy complicado que asistan a estos proyectos y, por ello, muchas organizaciones no cuentan con estos países.